COMO SE CREO LA MINIFALDA Y EL BIQUINI

La moda ha transitado la historia de la humanidad describiéndola. Es posible definir una época en función de cómo se vestía la gente en aquel entonces. Los sueños, los deseos, los miedos, las inseguridades, la cultura… Todo está reflejado en el vestuario.

Asimismo, muchas de las prendas que fueron inventadas en una época a partir de una determinada necesidad, han ido redefiniéndose y adoptando nuevos significados a medida que pasaban los años.

La minifalda

Mary Quant, una diseñadora inglesa, revolucionó al mundo el 10 de julio de 1964 al presentar su colección primavera – verano, en la que veía la luz, por primera vez, la minifalda.

Esta prenda, que deja al descubierto una de las partes más sensuales del cuerpo femenino, ha sido siempre símbolo de coquetería y frescura, y ha conquistado al mundo entero. Su largo puede ser variable, pero siempre por encima de la rodilla. La verdadera minifalda debe dejar ver al menos la mitad del muslo.

Ese osado lanzamiento, que pudo haber sepultado la fama de la diseñadora, fue un éxito y sorpresivamente esta pequeña prenda tuvo gran aceptación y se convirtió en uno de los símbolos de la moda occidental.

La idea surgió de manera extraña: la diseñadora se inspiró en el automóvil Mini. El diseñador francés André Courrèges ha pasado su vida sosteniendo que, en realidad, el inventor había sido él, pero jamás pudo comprobarlo.

En sus inicios resultó ser una provocación más que una tendencia, sin embargo, pronto se convirtió en una moda generalizada. Ni siquiera la condena del Vaticano pudo contra la masificación de la minifalda. Su fama llegó definitivamente al aparecer en la revista Vogue.

Por aquel entonces, la modelo Twiggy, lánguida, suave y estereotipo de belleza ideal, fue una de las primeras en usarla y en provocar una avalancha de críticas, que alegaban que esa moda iba en contra de la moral. Por su parte, Jackelyn Kennedy apostó por la minifalda en 1966, en sus famosos trajecitos y vestidos. Así, la glamorosa primera dama promocionaba sin querer esta prenda, y marcaba una de las tendencias más populares de los últimos tiempos: "el estilo Jackie".

Desde entonces y hasta hoy, la moda expresa cada vez más libertad y por ello existe un tipo de mini para cada gusto.

El bikini

Aunque no lo creas, el bikini tiene su origen en el año 1.600 A.C., según atestiguan los mosaicos decorados con imágenes de mujeres en un vestido de dos piezas encontrados en Italia. Pero como comentábamos, algunas prendas y modas atraviesan eras, épocas, y se van redefiniendo. Es así como aquellas precarias piezas de tela que utilizaban las mujeres hace 3.600 años pasaron a ser lo que son hoy gracias a Louis Réard. En 1946, este renombrado diseñador francés, creó en su taller de automóviles de París una novedad absoluta en el mundo del bañador femenino: el bikini.

Según cuenta la historia, Micheline Bernardini, una bailarina del Casino de París, fue la primera modelo en posar con bikini. Reárd tuvo que recurrir a ella porque ninguna modelo profesional se atrevía a lucir una prenda tan inmoral. A Bernardini se le atribuye, a su vez, el nombre. Aparentemente la bailarina le sugirió este nombre alegando que iba a ser "más explosivo que la bomba de Bikini", haciendo alusión a una explosión atómica que destruyó toda la vegetación de un islote del Pacífico Sur, que lleva ese mismo nombre.

La prenda comienza a popularizarse gracias a la mítica diva Brigitte Bardot, que solía lucirlo con glamour y coquetería durante sus vacaciones en Saint Tropez y Cannes. Su papel en la película Et Dieu créa la femme (Y Dios creó a la mujer), de 1957, animó a decenas de mujeres a usarla. Así también la colaboración del cantante Brian Hyland y su canción Itsy Bitsy Teenie Weenie Yelow Polka Dot Bikini despierta entre las adolescentes americanas el gusto por esta prenda, en aquel entonces, de escándalo.

Francia aceptó sin problemas el traje de baño porque lo consideraba sinónimo de libertad, mientras que las naciones católicas, e incluso Estados Unidos, tardaron varios años en adoptarlo a su indumentaria. En países como Portugal, Italia o España estuvo terminantemente prohibido hasta que tomó fuerza en el cine y la televisión.

Con los años, se fue modificado en cuanto a cortes, materiales y procesos de elaboración, haciéndose cada vez más impactante y sensual.